jueves, 1 de octubre de 2009

Sorpresa e indignación


Un confuso episodio sucedió en Cipolletti, una perra labradora negra, fue castrada sin la autorización de sus dueños. La propietaria hizo una exposición policial al respecto.
El pasado lunes 27, la familia de María Eugenia Perales de Herczeg se llevó una desagradable sorpresa. Su perra de raza labrador negro, que podría haber estado embarazada, había desaparecido. La buscaron por el barrio Manzanar. Pasadas las horas, cerca de las 22, Perales vio que una mujer estacionaba su auto y le dejaba su perra. Al interrogarla sobre si ella la había tenido, la persona afirmó que si y le dijo que la había castrado.
Superada la consternación, la dueña de la perra inició un periplo para identificar a quien sustrajo al animal y lo operó sin autorización. Llegó hasta el lugar donde se realizan las intervenciones. Después de haber obtenido por sus propios medios los datos que necesitaba y haber sufrido maltrato, se realizó una exposición policial. La dueña quiere realizar la denuncia, para lo cual necesita el comprobante de la operación y un informe del veterinario que intervino, material que ya solicitó al municipio. La intención de Perales de Herczeg es defender sus derechos y los que poseen los animales y, si es posible, obtener una orden de restricción para evitar que la sospechosa vuelva a acercarse a su hogar.

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